Before 'I love you' starts to sound like a lie.

Que ya no sé cuando tus 'te quieros' te salen directamente del corazón, sin que en ninguna parte del camino se crucen con tu orgullo. Dime que me quieres, solo eso, sin maquillajes, ni mentiras, ni nada. Solo eso.

It's alright, but never complete, without you.

Prometí entonces aprenderme de memoria todas las arruguitas que te salen al sonreír, todas la veces que mis ojos se teñían de azul gracias al reflejo de los tuyos, que pasaban de azul tela vaquera a azul turquesa depende de tu estado de ánimo, todas esas tardes de verano que me acompañabas hasta el final de la calle con la mirada, cómo tu pelo pasaba de castaño claro a dorado, durante esa época, como cuando tropezabas y yo me reía, y tú te reías conmigo, rojo como un tomate, y me mantenías la sonrisa hasta el final del día, las veces que llegabas  plagado de pecas después de una tarde entera en la piscina. Prometí memorizar todas estas cosas, y ahí están, presentes a cada segundo, en el fondo de mi mente, saliendo poco a poco a la luz cada vez que me sonríes, siempre, siempre, como el primer día. Que eres el mejor. Y que te quiero.

No nos queda nada.

Es como la gravedad, cuando le ves, te cambia el centro. De repente sientes que ya no es la Tierra quien te sostiene. Harías cualquier cosa, serías cualquier cosa por él. Notas cómo tu mundo cambia de sentido, toma una dirección diferente. Y te das cuenta de que ya nada será lo mismo. Nunca. Así de sencillo.

-

21 is like the worst idea I ever had,
too much pain, too much freedom,
what should I do with this?

It's all or nothing.

 Es esa sensación de que me lo estoy jugando todo, la que me da fuerzas para continuar, levantarme, sin importar los rasguños, siempre con una sonrisa en la cara. Porque cada caída me hace más fuerte. O más insensible, depende de como se mire. Siempre tienes ese paracaídas portable que te salva de un apuro. Pero, ¿y si te quedas sin ninguno? Bueno, por eso me preocupo antes de aprenderme de memoria todas y cada una de las veces que me mordías el labio, me agarrabas por la cintura o te agachabas para apoyarte en mi hombro. Cada palabra, suspiro, murmullo o silencio, nunca incómodo.
 Con lo poco que tengo, y no me detengo. ¿Si no vuelvo a ver nunca tu cara? No me preocupa. Nada podemos hacer que sea más bonito que lo que hemos vivido ya.