martes, 2 de octubre de 2012

Dime que es verdad que te quedas a bailar.

'' Él la miró con una sonrisa burlona. Ella se cruzó de brazos y se alejó molesta, más que de costumbre. Tal vez demasiado. Él aún no lo había alertado. Ella entonces giró sobre sus pies a mitad de camino, y dijo:
+¿Porqué eres siempre tan...?
-¿Tan qué?
+...tan imbécil conmigo.
Él dudó un momento.
-Porque me encanta ver lo preciosa que estás enfadada.- ella relajó el semblante, aunque sin abandonar ese aire enfurruñado.
+Y entonces, ¿por qué casi nunca me dices ''te quiero''? - él se acercó despacio; ella lo observó. Se colocó a su lado, sus facciones se tornaron serias.
-...porque tengo miedo de que no me quieras a mi tanto como yo te quiero a ti.
Ella se puso de puntillas, alzó la vista y esbozó una leve sonrisa.''



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